1. Te Amo Incondicionalmente
Nuestros hijos deben saber que no hay nada que pudieran hacer que nos causara amarlos más, y no hay nada que pudieran hacer que nos causara amarlos menos.
La manera más eficaz de ensenarle el amor de Dios a nuestros hijos es demostrándolo.
2. No Eres Perfecto
Vivimos en un mundo donde cada persona tiene su propia plataforma. Entre las redes sociales y la comunicación constante es fácil que nuestros hijos sean alagados o despreciados por multitudes. Debemos ser una dosis constante de realidad. La perfección humana no existe. El hecho de que tengan miles de seguidores en su cuenta de Twitter no significa que son mejor que los demás. De igual manera, el no ser popular no significa que valen menos.
3. Eres Único
Recuérdales que aunque no son perfectos, si son únicos. La presión y el deseo de ser aceptado es algo que todos sentimos. La habilidad de aceptarse a sí mismo, e ir contra la corriente cuando es necesario, es aprendida.
4. Tu Vida Tiene Propósito
Nuestros hijos necesitan ser reafirmados a cualquier edad. Cuando son pequeños comienzan a evaluar lo que quieren lograr en su vida, y cuando llegan a ser adultos los retos de la vida seguramente llegaran. Que entre la abundancia de menajes que recibe tu hijo, el tuyo sea el más fuerte.
5. Espero Lo Mejor De Ti
Espera lo mejor de tus hijos en cada etapa de la vida, y en toda circunstancia. Sin compararlos con los demás, y sin devaluar sus habilidades. Cuando triunfan, y cuando fracasan, que tu animo los impulse hacia adelante.