Todos podemos nombrar algo que quisiéramos cambiar en nuestra vida. La realidad es que hay cosas sobre las cuales tenemos poco control, especialmente cuando se trata de otra persona. Pero eso no significa que no tienes influencia sobre lo más importante:
Tu Actitud
Somos dueños de nuestros propios sentimientos, no dejes que ganen lo mejor de ti. Puede ser que tu jefe es imposible, y el perro volvió a comerse tu tarea, recuerda que hacerle frente a la vida requiere de una buena actitud. Todo parece más pesado cuando nos dejamos llevar por lo negativo. Mejor comienza por mejorar tu actitud, y así tendrás la claridad de mente para evaluar mejor las circunstancias.
Tu Reacción
Cuando sales por la puerta de tu casa no puedes anticipar cada situación, pero si puedes controlar tu reacción. No dejes que algo te frustre al punto de hacerte reaccionar de una manera que después lamentaras. Controla tus palabras y evita actuar impulsivamente. El enojo, el cansancio, y la preocupación son malos consejeros y no producen lo mejor de ti.
Tu Perspectiva
Hoy llovió todo el día, se me callo el celular en un charco de agua, y el perro que siempre se comía mi tarea se fue de la casa. ¡Ánimo! Que como bien dicen mañana es otro día. Tal vez tus problemas no sean tan frívolos como estos, pero lo cierto es que tu puedes dictar el curso de tu futuro con tan solo alinear tu perspectiva. No vaya ser que en tu pesimismo pierdas tiempo valioso.